En marzo de 2021 quedaron comprometidas 150.000 cámaras de videovigilancia gestionadas por Verkada Inc, de forma que los hackers obtuvieron acceso en directo a imágenes del interior de hospitales, departamentos de policía, prisiones, e incluso escuelas. Este hackeo comprometió la seguridad de empresas como el popular fabricante de vehículos eléctricos Tesla, pero, sobre todo, alertó del peligro de mantener webcams y cámaras de seguridad conectadas las 24 horas sin la debida ciberseguridad.

Los riesgos en España

En España se estima que hay instaladas unas 900.000 cámaras de seguridad, pero este número puede ascender mucho más si también se incluyen las cámaras web y las baby-cameras para el hogar. Estos dispositivos pueden adquirirse desde apenas 20 euros y nos permiten mantenernos al tanto de lo que ocurre en casa aprovechando la conexión Wi-Fi de nuestro router. Pueden resultar muy útiles para estar pendientes de nuestra mascota o de nuestros hijos, pero también suponen un serio riesgo para nuestra seguridad en caso de que se produzca alguna filtración en sus sistemas.

¿Cómo proteger tus cámaras web?

Dispones de diferentes herramientas para proteger tus cámaras web, desde el establecimiento de una contraseña robusta para restringir su acceso hasta la encriptación de una VPN para mantener su transmisión privada. Vamos a repasar las más importantes.

1. Elige cámaras web de proveedores confiables

Con tantas cámaras web de bajo coste inundando el mercado, resulta sencillo caer en la tentación de ahorrarnos algunos euros comprando e instalando las de alguna marca desconocida. Sin embargo, ese ahorro de unos pocos euros puede terminar resultándonos muy caro, porque este tipo de marcas acostumbran a ahorrar costes también en la instalación de sus servidores o en la seguridad de sus dispositivos, por lo que las filtraciones con ellas pueden ser mucho más serias.

2. Utiliza una VPN

Una de las herramientas más utilizadas en materia de ciberseguridad es una VPN que es un servicio con el que vas a poder encriptar tu conexión a internet para que todos los datos que envíes o recibas se mantengan privados en todo momento. De esta manera, incluso si un hacker lograra acceder a tu router, la retransmisión de tus webcams se mantendría completamente en privado en todo momento, protegiendo la información sensible del interior de tu hogar.

3. Utiliza una contraseña segura

Tanto en tu router como en la aplicación que gestiona tus webcams, es fundamental que establezcas una contraseña robusta y única para proteger su acceso. Una contraseña fácil de adivinar, o una contraseña que hayas utilizado en otras plataformas, puede ser muy fácilmente hackeable mediante un ataque de ingeniería social, o si se produce una filtración en alguna de las plataformas donde la estés utilizando. Esto permitiría a cualquier hacker acceder a las cámaras de seguridad de tu hogar y vulnerar tu intimidad.

4. Limita el alcance de tu router

Un hacker lo tendrá difícil para acceder a tu router si no es capaz de conectarse a su señal Wi-Fi. Por esto, es importante que ajustes tu router para reducir el alcance de su señal e impedir que sea accesible desde el exterior de tu casa. Cuando accedes al menú Wi-Fi de tu smartphone o de tu PC, seguramente puedes ver muchas redes Wi-Fi de los vecinos o de la cafetería de al lado. Estas redes están emitiendo con un alcance muy superior al necesario, de ahí que puedas detectarlas desde tu hogar. No dejes la red Wi-Fi de tu router al alcance de los hackers, y tendrás mucho ganado en materia de ciberseguridad.

¿Cuáles son los peligros del hackeo de una cámara web?

Si un hacker logra acceder a tus cámaras web, tendrá pleno acceso a todo lo que esté ocurriendo dentro de tu hogar. Podrá entonces saber quién vive en él, cuándo estás en casa y cuándo no, captar las conversaciones privadas que mantienes con tu familia o, incluso, grabar escenas íntimas con tu pareja.

Con esta información puede chantajearte, extorsionarte, o tratar de asociarse con ladrones profesionales para que entren a robar en tu casa con la certeza de que no habrá nadie dentro. Con un hacker controlando las cámaras, además, tendrán la seguridad de que no serán grabados. Por todo esto, resulta esencial que protejas tus cámaras web de forma robusta y que reduzcas al mínimo las posibilidades de que sean hackeadas.